El grooming hace referencia a todas las conductas o acciones de acercamiento malintencionado y engañoso que realiza un adulto para ganarse la confianza de un menor de edad, pasando después al control emocional y al chantaje con fines sexuales.
El grooming puede suceder en Internet o en persona y, generalmente, el groomer invierte gran cantidad de tiempo para ganarse la confianza de los niños y adolescentes:
- Pretendiendo ser alguien que no es (como un manager de actores o modelos).
- Brindando mucha atención.
- Demostrando mucha empatía y ofreciendo comprensión y consejos.
- Obsequiando regalos u ofreciendo llevar a viajes, paseos y fiestas.
- Utilizando su cargo, posición o reputación profesional para prometer favores.
El child grooming o Internet grooming es una forma de acoso sexual en Internet.
El grooming tiene diversos objetivos:
- Obtención de imágenes y vídeos con connotación sexual, destinados al chantaje (lo que se conocer como sextorsión)…
- Encuentros en persona con el menor y abuso sexual físico.
- Generación de material para el consumo de pederastas y publicación en redes de abuso sexual a menores.
- Explotación sexual y prostitución infantil.
El daño psicológico que sufren los niños y adolescentes que son víctimas de grooming es enorme.
PREVENCIÓN DEL INTERNET GROOMING
1. Cultivar hábitos de navegación seguros
Como familia es clave definir unas normas de uso de Internet para que nuestros hijos estén conscientes de que en Internet, como en la calle, hay que aprender a velar por nuestra propia seguridad. Como nos enseña Sé genial en Internet, es importante guiar a nuestros hijos para que sepan cómo ser:
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- Inteligentes en Internet: Compartir con cuidado.
- Alerta: No caer en trampas. No todo es lo que parece en Internet.
- Seguro: Proteger nuestros secretos.
- Ser amable: Tratar a los demás como deseamos ser tratados.
- Ser valiente: Si tienes dudas sobre cualquier cosa que ves en Internet, pregunta a un adulto de confianza.
2. Crear consciencia en nuestros hijos
Es vital ayudar a nuestros hijos a que tomen consciencia sobre los riesgos que existen en Internet y tengan claro que:
Un desconocido no deja de serlo por haber hablado por mucho tiempo en Internet.
- En cualquier conversación online se debe evitar compartir nuestra información personal.
- Todos nuestros dispositivos conectados deben tener instalado un antivirus.
- Si nuestros hijos son menores de edad, sus dispositivos conectados debe tener un software de control parental instalado para que podamos limitar el uso y supervisar su actividad online.
- Conversar sobre el uso que hacen de la cámara del celular, de la table y de la computadora o laptop.
3. Usar los dispositivos conectados en espacios comunes para facilitar el acompañamiento y la supervisión
Si nuestros hijos son menores de edad, debemos procurar establecer los lugares de uso y los horarios que tendrán acceso a Internet. El acceso que tienen nuestros hijos a Internet debe ser progresivo y siempre ha de contar con el respaldo y la supervisión de un adulto, para que aprendan poco a poco cómo utilizar las nuevas tecnologías de forma segura y responsable.
Para los menores de edad nosotros SIEMPRE recomendamos instalar herramientas de control parental como Family Link de Google en los dispositivos, para limitar su uso y supervisar su actividad.
4. Conversar y crear un ambiente de confianza en casa
En nuestro hogar, nosotros decidimos hablar con naturalidad sobre el amor, la sexualidad saludable y las relaciones de pareja en general. D esta forma reformamos en ellos la idea de que pueden hablar sobre todo los contenidos e interacciones, online y offline, que les parezcan desagradables o les hayan incomodado.
Cultivar una buena comunicación con nuestros hijos desde que son pequeños nos facilitará el conocer sus hábitos en Internet y sus amistades online y offline. De esta forma, frente a un problema, es más probable que decidan acudir a nosotros o a otro adulto de confianza con el que se sientan cómodos.
5. Conversar con nuestros hijos para que aprendan a detectar a los groomers
Es importante que nuestros hijos conozcan con claridad cómo ocurre una situación de grooming y sus consecuencias para saber cómo protegerse.
Prevención: evitemos que el groomer obtenga cualquier elemento de fuerza que pueda usar para iniciar el chantaje
Para ello es recomendable, hablar sobre los riesgos de ser víctimas del grooming. Pero también debemos darles consejos claros para que se mantengan seguros:
- No compartir imágenes, videos ni información comprometedoras (elemento de fuerza) con nadie. En Internet, una foto, video o mensaje (sin importancia aparente) puede generar problemas en otro contexto.
- Cuidar la seguridad de todos los dispositivos conectados con antivirus y herramientas de control parental.
- Mantener los dispositivos conectados en espacios seguros donde puedas supervisar la actividad online de nuestros hijos menores.
- Conversar sobre el uso inadecuado de la cámara web y de la cámara de los celulares.
- Limitar las horas de conexión al día.
- Cuidar la confidencialidad de las contraseñas, cambiarlas con frecuencia y asegurarnos que sean fuertes.
Poner un STOP al grooming
Cuando se comienzan a recibir amenazas e intimidaciones es importante:
- No ceder al chantaje en ninguna circunstancia porque al ceder aumenta la posición de fuerza de poder del acosar. Al ceder lo dotamos de más elementos como pueden ser nuevas imágenes, videos o mensajes.
- Reforzar la importancia de pedir ayuda. Ser víctima de grooming conlleva gran estrés emocional. Si nuestros hijos se encuentran ante una situación extraña, incómoda o delicada, es vital que sepan que contarán con nuestro apoyo o el otra persona adulta de confianza es fundamental. Aportará serenidad y una perspectiva distinta.
- Mantener la calma y evaluar si el groomer realmente cuenta con los elementos con los que formula las amenazas y sopesar las posibilidades reales de que la amenaza se cumpla y sus posibles consecuencias para las partes.
- Recopilar las pruebas de la actividad delictiva: capturas de pantalla, conversaciones, mensajes y todo aquello que pueda demostrar las acciones irregulares del posible groomer, su paradero o modo de actuar
- Limitar las formas de acceso digital que puede tener un acosador. Para ello debemos:
- Revisar los dispositivos conectados para evitar el malware del equipo y cambiar luego las claves de acceso.
- Limpiar la listas de contactos que tenemos como amigos en redes sociales, en la agenda del email y del teléfono.
- Revisar la configuración de las opciones de privacidad de todos nuestros perfiles digitales
- En ocasiones, puede ser acertado cambiar de perfil o incluso de ámbito de relación en la Red (bien sea una red social, un juego online multijugador…).
- Denuncia cualquier tipo de chantaje. Formular una denuncia ante las autoridades, a las cuales se le deben entregar todos los elementos de prueba.
Muy pronto te hablaremos de «Revenge porn» y «Sextorsion», dos términos que como padres también debemos conocer para proteger a nuestros hijos.
Fuentes consultadas: IS4K, Pantallas amigas y Guía de Convivencia Digital de UNICEF